La Gracia de Dios
Vamos a introducirnos un poco desde los inicios para que podamos entender ésta condición humana en la cual, todos participamos de una manera u otra en la pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo.
Sucedió que antes de que fuera la tierra y las constelaciones, hubo una gran batalla en el cielo, pues un Ángel muy querido por Dios (llamado después como el dragón), estaba interviniendo y su celo provocó en su interior el querer ser Adorado como Dios, pues veía como los ángeles adoraban a Dios y se gozaban siempre de su presencia, pero al dejar saber sus malas intenciones, se logra una gran batalla en el cielo, Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón y éste fue arrojado en la tierra, lo refieren como la antigua serpiente (veremos esto en el momento de hablar con nuestros primeros Padres, adán y Eva), el cual engaña al mundo entero. Junto con el dragón, fueron arrojados también sus ángeles malos.
Donde participa el mal en nosotros?, veamos el inicio, Eva, una mujer muy hermosa, y Adán, orgulloso de tenerla consigo al reconocerla como Hueso de sus Huesos y Carne de su Carne, viven muy felices viviendo bajo la orden que les había dado Dios, tenían una tarea muy noble de gobernar sobre todas las cosas que Dios había creado, pero Dios, les había advertido que evitaran probar el fruto de un árbol prohibido, el ARBOL DEL CONOCIMIENTO DEL BIEN Y EL MAL, evidentemente Dios quiso mantener nuestra condición inocente, y confiar siempre de su providencia para que pudiéramos multiplicar la tierra, tanto los animales y de manera especial, nosotros, los seres humanos, que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios.
Al evitarles disponer de aquél árbol, le añadió Dios unas palabras importantes de las cuales al parecer, no quedaron claras a Eva, SI LO COMEN MORIRÁN, con esto, la muerte habría entrado a la vida del hombre, contándose así solamente como creaturas hechas por Dios, y no como el destino inicial que tenía Dios con los seres humanos, del que vivieran para siempre.
Resulta que el tentador, representado por la figura de una serpiente, fue la inicial provocadora en Eva, pues le habla con engaños de que no ocurriría nada si comieran de éste árbol, sino más bien, que habrían de abrírseles sus ojos y sus pensamientos serían, iguales a los de Dios; Eva tentada en saber éstas cosas y queriendo hacerse también como Dios, prueba del árbol prohibido, y no contando también con haberlo probado, da de comer a Adán, su esposo.
Al saber Dios que habían desobedecido, les da como castigo el trabajar arduamente al hombre, y a la mujer le advierte que en el nacimiento de sus hijos, éstos iban a ser dolorosos; así es como inicia el presente acontecimiento de la entrada del pecado al Mundo, por esto Todos somos pecadores, llevando hasta nosotros, el pecado conocido como PECADO ORIGINAL, pues venimos arrastrando el pecado ocasionado por nuestros primeros padres, Adán y Eva, pero, particularmente surge una duda?, “el porque Dios no destruyó a éstos primero, y creó otros padres más obedientes y todo bien para todos…” Pero ésta duda, no cabe en los planes de Dios, Dios tiene para nosotros una solución, algo que debemos de reconocer en lo bueno que siempre ha sido Dios con nosotros, él no destruye lo creado, el todo lo que hace es bueno “VIO DIOS LO QUE HIZO Y VIO QUE ERA BUENO”. Nunca nos dejó desamparados, Adán y Eva, fueron multiplicando la tierra y sucede que sus Hijos, vivían trabajando también, colaborando con sus padres en labrar la tierra y el cuidado de sus animales, pero Caín, provocado también por el celo que le tenía a Abel, le quita la vida, dándose cuenta Dios de éste suceso, no dudó en retirar de esta familia a Caín, desterrándolo hacia un desierto del cual formaría también otra tribu, alejado de sus seres queridos, sus padres.
La vida siguió su rumbo, y Dios, no quita el dedo del renglón para que supiéramos que el mal habría de acabarse con la llegada de un Rey Salvador, pues anuncia su palabra por medio de sus profetas, la buena forma de vivir, y busca de entre los terrenales, a seres con especial temor a su Nombre y los llama para que den testimonio de que se pueden lograr las cosas si queremos hacerlo por medio de nuestra Fé.
Sucede, que el hombre sigue pecando, y ve Dios que se estaban multiplicando las hazañas contra sus creaturas y decide de una vez por todas terminar con gran parte de esto.
Nos manda una esperanza, un llamado por medio de Noé, para que puedan reconocer el favor de Dios, y el plan que tenía para aquéllos que no quisieran reconocerlo; pues Dios ordenó a Noé, que construyera una barca para salvar a todas las especies de la tierra, y a los que creyeran, también alcanzarían salvarse de las grandes aguas que cubrirían la tierra, pero no todos creyeron, inclusive los mismos parientes de Noé, lo veían como algo fuera de lugar, pero aún así, apoyaron la decisión de Noé y ayudaron a la elaboración de la Barca, los que reían, bebían y comían, y seguían en pecado, fueron sepultados por las grandes aguas ocasionadas por el diluvio provocado por Dios, y con esto, vendrían tierras nuevas, para los que siguieran fortaleciéndose y confiaban en el favor de Dios.
Dios demuestra que tiene palabra, y nos muestra con afecto, por decisión propia, el pacto que habría de garantizarnos el de no terminar con la humanidad por los cauces del Agua, poniendo en el Cielo, una iluminaria de Colores, que al mirarlo, le recordaría su alianza con la humanidad, a ésta luminaria de colores, hasta la actualidad la llamamos Arcoiris.
Dios, sigue teniendo un plan mayor para nosotros y todos los creyentes, advierte a su pueblo de la muerte por el pecado, nos regala sus mandamientos, los cuales son entregados a Moisés, para enseñarnos que todo era permitido en la tierra, menos llegar a las ofensas en su contra, conocido como los 10 Mandamientos.
Pero el mal no para en la tierra, cada vez es más notorio, y el hombre, por tener algo visible para adorar, se crea imágenes a las cuales adora y toman como a su Dios, Dios es Espíritu y Verdad, pero esto no lo entiende la gente, y sigue provocando la ira de Dios, y con ello, el ser humano sigue teniendo enfermedad y muerte.
Para dar gusto a su pueblo y para que fueran gobernados por alguien visible en la tierra, Dios, elige de entre personas de buena voluntad, a gobernantes, llamándolos primero Jueces, después Reyes, y todas las personas que pudieran tener autoridad entre su misma gente; de ahí, surgieron muchos que lograron honrar a Dios con sus buenos ejemplos de vida, pero no todo fue recto con ellos, los que Dios elegía también caían en Pecado, haciéndose adoradores de falsos ídolos, adúlteros, pero más allá, en lugar de ver sus errores, Dios, se compadecía siempre de ellos, pues hubo quien le mostrara con dolor profundo de corazón el pecado cometido, me refiero a David, un Rey muy poderoso y valiente que demostró con sus hazañas todo lo bueno para conservar el favor de Dios a los hombres y Dios en respuesta, lo librara de todas sus batallas.
David, nos deja un legado muy importante, es un Salmo recitado a Dios, donde vuelca desde su interior TODO su arrepentimiento y reconoce en sí, el pecado que viene siguiéndolo desde la formación en el vientre de su mamá y dice a Dios:
3Misericordia, Dios mío, por tu bondad,
por tu inmensa compasión borra mi culpa;
4lava del todo mi delito,
limpia mi pecado.
5Pues yo reconozco mi culpa,
tengo siempre presente mi pecado:
6contra ti, contra ti solo pequé,
cometí la maldad que aborreces.
En la sentencia tendrás razón,
en el juicio resultarás inocente.
7Mira, en la culpa nací,
pecador me concibió mi madre.
8Te gusta un corazón sincero,
y en mi interior me inculcas sabiduría.
9Rocíame con el hisopo: quedaré limpio;
lávame: quedaré más blanco que la nieve.
10Hazme oír el gozo y la alegría,
que se alegren los huesos quebrantados.
11Aparta de mi pecado tu vista,
borra en mí toda culpa.
12Oh Dios, crea en mí un corazón puro,
renuévame por dentro con espíritu firme;
13no me arrojes lejos de tu rostro,
no me quites tu santo espíritu.
14Devuélveme la alegría de tu salvación,
afiánzame con espíritu generoso:
15enseñaré a los malvados tus caminos,
los pecadores volverán a ti.
16Líbrame de la sangre, oh Dios,
Dios, Salvador mío,
y cantará mi lengua tu justicia.
17Señor, me abrirás los labios,
y mi boca proclamará tu alabanza.
18Los sacrificios no te satisfacen:
si te ofreciera un holocausto, no lo querrías.
19Mi sacrificio es un espíritu quebrantado;
un corazón quebrantado y humillado,
tú no lo desprecias.
20Señor, por tu bondad, favorece a Sión,
reconstruye las murallas de Jerusalén:
21entonces aceptarás los sacrificios rituales,
ofrendas y holocaustos,
sobre tu altar se inmolarán novillos.
David, reconoce que debe ser purificado de sus faltas, y conmueve el favor de Dios y se ve el resultado en sus batallas para lograr que sean ganadas. David, recibe de Dios una promesa muy importante, en la cual le indica a que su reinado no terminaría, que enviaría a un hijo (de su descendencia) a continuar con su reinado, "todo gracias al reconocimiento de su falta delante de Dios", es un acto muy humilde por parte de David su siervo, pero que también a nosotros nos da muestra de que Dios se conmueve en nosotros, si reconocemos con profundo dolor cuando le fallamos.
El plan de Dios continúa, pues aún no se concreta la promesa de Dios y el plan que tiene para nosotros para demostrarnos su profundo Amor, por medio de sí mismo, pero esto, apenas se estaba cocinando a fuego lento, los planes de Dios debían de llegar a su plenitud, y debía ser definitivo; pues sus profetas no eran respetados por su pueblo, tenían la mala fortuna de ser callados con su propia vida, y Dios dejaba que todo siguiera su rumbo.
Los pecados en los hombres no paraban, y sólo la misericordia de Dios los acompañaba, logrando para esto que se ofrecieran ofrendas agradables a Dios, sacrificios de animales en su Honor para que fueran borrados sus muchos pecados, pero no era suficiente, su pueblo pecaba sin medida.
Y sucedió, que llegando el tiempo planeado por Dios, envía a su hijo Unigénito, para que viviera y creciera de la misma naturaleza del hombre, nacido de mujer virgen, y engendrado por Obra del Espíritu Santo, - Con esto, se evita el ser alcanzado por el pecado Original (El pecado original en el que todos somos alcanzados a causa de la falta de nuestros primeros padres, Adan y Eva), pues es el mismo Dios que con su poder logra formarlo en el vientre virginal de María.
Sucede que Jesús nace, crece y vive en la gracia de Dios su Padre y Padre nuestro e inicia su ministerio con un Bautismo del cual no debía participar, pues el bautismo en el que se dio a si mismo, era un Bautismo de Conversión y arrepentimiento, como ser?, si Jesús no debía convertirse ni mucho menos arrepentirse de sus pecados (Pues nunca los cometió), pero el mismo lo decide así, y para seguir dando testimonio de su naturaleza Humana, se enfrenta a las necesidades más elementales del hombre, el del comer alimentos y tomar agua. Esto sucede en un lugar del desierto en al cual Jesús, se enfrenta asimismo y se aleja de la multitud para estar a un lugar solitario para platicar con Dios, su Padre, pero llegado el momento, en el que se cumplirían 40 días con sus noches, Jesús siente en su vida necesidad de comer y beber agua, pues ya era mucho el tiempo que había pasado en el desierto, y en un desierto que podemos encontrar?, NADA, no hay nada que podamos encontrar para proveernos, es lugar seco, sin plantas, ni mucho menos frutos, no hay animales porque se morirían sin tomar agua ni comer pasto, etc.
En éste momento, el tentador acude a Jesús, tomando para sí, ese deseo importante en las necesidades que tiene el hombre, de Riquezas, y de alimentos para el cuerpo; muchas veces, por éstas dos atracciones que nos presenta la vida, la riqueza y alimento, son tentaciones que pueden llevar al hombre a pecar, ¿cuantos no han adquirido riquezas a causa de pisotear la dignidad de otros, y cuantos por ser tentados en la pobreza, no venden su dignidad por conseguir solamente el alimento a sus hogares?; pero Jesús entiende mucho más que esto y logra esquivar todas las tentaciones que se le puedan presentar en todo momento, y el tentador se aleja de Él, comprendiendo que no pudo hacer nada que le favoreciera.
Jesús, nos da su ejemplo de fortaleza, y nos invita a nosotros a confiar en su Gracia, más que todas las riquezas del mundo.
Jesús, comienza restando a los suyos de sus enfermedades, y dolencias, provocados por el pecado que entró en el mundo.
Ciegos, paralíticos, mudos, eran curados por Él, y más aún, los sacrificios que eran ofrecidos al Padre, fue dejándolos a un lado y enseñándoles con su misericordia que al Padre le agradaban más éstos gestos (MISERICORDIA, NO SACRIFICIOS).
Jesús nos enseña todo cuanto es bueno para nosotros, porque todo lo que hace es lo que escucha de Dios, su Padre y Padre nuestro. Comienza a perdonar los pecados y esto no les va bien a quienes estaban en su contra, pues sólo Dios podía perdonar pecados; pero sus milagros dejaban en manifiesto que en Él se cumplían todas las promesas del Padre, pero no lo veían así.
Jesús, confirma la condición del hombre, en la que todos pecamos, al entrar en defensa de una mujer acusada de adulterio, “QUE ARROJE LA PRIMERA PIEDRA AQUEL QUE SE ENCUENTRE LIBRE DE PECADO”, y TODOS, todos los que acusaban a esa pobre Mujer se retiraron de su presencia. Dejando sólo en aquél momento y espacio, a la Mujer con Jesús, en ese momento en que la mujer, por primera vez debió sentirse AMADA, nadie la acusaba, ni mucho menos Jesús.
Jesús hasta hoy en la actualidad y en tiempos futuros, entra en defensa de todos nuestros acusadores, porque el paga el precio y por Pura Gracia estamos siendo justificados en El si confiamos en El como nuestro Salvador y Dios.
Para esto, todas las ofrendas que quisiéramos ofrecer a Dios no tienen validez si antes nosotros no somos misericordiosos con nuestros Hermanos, Jesús nos dice quieres el Perdón del Padre, “perdona primero”; la oración del Padre Nuestro nos indica ésta lección, PERDONA NUESTRAS OFENSAS, COMO PERDONAMOS TAMBIEN NOSOTROS PERDONAMOS A LOS QUE NOS OFENDEN, todos estamos invitados a imitar a Jesús, en su Amor, su misericordia y a perdonarnos mutuamente nuestras Faltas.
Pero Jesús, quiere mostrarnos algo que vaya más allá de sólo Palabra y Milagros, decide ofrecerse asimismo para el perdón de nuestras culpas, las que hayamos hecho, pequeñas o grandes, insignificantes o tremendamente grandes, no importa el pecado que hayas cometido, Jesús tiene un Amor tan grande que sólo quiere de ti tu arrepentimiento y que reconozcas que hiciste mal a tu prójimo, El se encarga de lo demás, arrancara de ti el corazón de piedra y te dará uno de Carne, capaz de amar y perdonar, te acercará a su regazo, te hablará en tu interior para decirte lo mucho que se alegra del que te hayas arrepentido, olvidará hasta la última letra de tus faltas, no las recordará jamás, porque las ha borrado de su mente y de tu vida, y te dirá con gran aprecio que nadie en la vida puede darte mayor Amor más que El; es más provocarás una fiesta en el Cielo con sus ángeles, y te sentirás dichoso y agradecido con el que te eligió PRIMERO, de entre todos se encargó de buscarte y atraerte con El, para demostrarte lo mucho que te Ama.
Él, pagando con su vida, en una decisión tomada por El porque te aprecia y sabe que el precio lo ha pagado, con su obediencia y pasión, te demostró que no hay amor más grande que el que da la vida por los suyos.
Ahora, depende de todos nosotros el acercarnos a lograr una reconciliación con Jesús, el único camino para lograrlo es el arrepentimiento y la confesión de nuestros pecados, no esperemos más en tomar la decisión de lograr vivir felices en la tierra, ya que todo ha quedado en las manos de Jesús, el único Señor y Salvador del mundo.
EL ES EL CORDERO DE DIOS, EL QUE QUITA EL PECADO DEL MUNDO.
Dios te bendiga…